Un cuadro ligeramente más horizontal que vertical, con una puerta abierta a la derecha, cuyo vano se ve oblicuo y sin la viga. Las bisagras de la puerta también se encuentran a la derecha de nosotros. A través de la puerta se ve un mar en calma de color azul, el cual lleva hasta el horizonte. La iluminación la origina la luz del sol de pasado el mediodía. Esta luz del sol entra por la puerta e ilumina directamente la pared que sigue a la puerta, en la izquierda de nuestra perspectiva. La pared y la puerta son blancas. El sol ilumina parcialmente la pared y el suelo, que es de  color arena. La pared termina antes de llegar al final izquierdo del cuadro. Entre su final y el del cuadro se adivina otra habitación, también iluminada parcialmente de forma directa por el sol. La moqueta es verde. Se ve un porción de un sofá de madera y colchón rojo. Sobre él se muestra menos de un tercio de un cuadro. En la pared que se ha descrito anteriormente y en su lado contrario al descrito, se encuentra un mueble de madera oscura del que sólo de ve su parte izquierda.

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Asientos de gente sin gente

Chema Madoz